Ejemplo de Exempla:
Al morir un usurero legó todo sus
bienes a tres ejecutores a quienes había hecho jurar que lo restituirían todo.
Antes les había preguntado qué cosa
temían más en el mundo. El primero respondió: “la pobreza”, el segundo “la
lepra” y el tercero “el fuego de San Antonio” (erisipela gangrenosa). “Todos
esos males, les dijo, caerán sobre vosotros si no disponéis de mis bienes
restituyéndolos y distribuyéndolos según lo que he ordenado. Pero, después de
su muerte, los legatarios codiciosos, se apropiaron de todos los bienes del
muerto. Sin tardanza todas aquellas cosas que el muerto había invocado por
imprecación los afligieron: la pobreza, la lepra, el fuego sagrado”.
Fragmento del Cantar
del Mío Cid: